El cáncer de riñón consiste en el crecimiento incontrolado de células tumorales en éste órgano. El más habitual es el carcinoma de células renales.
Puede curarse si se detecta pronto, pero a menudo da síntomas cuando tiene gran tamaño o se ha extendido a otros órganos.
Afecta el doble a los varones respecto a las mujeres. Es más frecuente en adultos a partir de los 50 años, aunque hay una variante, denominada tumor de Wilms, que afecta a los niños.
Se cree que el tabaco, tóxicos como el asbesto o el cadmio, y el abuso de analgésicos, pueden favorecer su aparición.

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DIAGNOSTICO
Los tumores renales de gran tamaño provocan sensación de tener un bulto y dolor en el abdomen, y aparición de sangre en la orina, pero los tumores pequeños son totalmente asintomáticos.
La ecografía rutinaria ha permitido detectar muchos tumores de riñón de pequeño tamaño antes de que den síntomas. El diagnóstico se confirma con otras pruebas de imagen como la TAC o la Resonancia Magnética.


TRATAMIENTO
La mejor posibilidad de curación la ofrece la cirugía, cuando el tumor no se ha extendido.
Se denomina Nefrectomía a la operación de extirpación del riñón.
Hablamos de Nefrectomía Parcial o Tumorectomía cuando se elimina la parte afectada pero se conserva el resto del riñón sano.
En caso de tumores grandes, se debe extraer la totalidad del riñón, con la grasa que lo rodea y los ganglios linfáticos regionales, en la denominada Nefrectomía Radical.
Si el tumor se origina en la vía urinaria, es preciso resecar además la totalidad del uréter y se efectúa la NefroUreterectomía.
Hasta hace pocos años no existía quimioterapia eficaz para el cáncer renal avanzado, pero hoy en día existen nuevos fármacos que se han demostrado eficaces.
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NEFRECTOMIA LAPAROSCOPICA
La cirugía convencional del riñón se hacía “a cielo abierto”, pero hoy en día en la mayoría de los centros más avanzados ha pasado a realizarse por laparoscopia. Consiste en realizar pequeñas incisiones abdominales de medio a un centímetro, por las que se introducen pinzas y tijeras especiales y una cámara que permite operar mirando una pantalla. Con esta novedosa técnica logramos la misma o mejor precisión en la curación del tumor y, al evitar las grandes incisiones de la cirugía abierta, el paciente tiene mucho menos dolor postoperatorio, y puede abandonar el hospital al día siguiente a la intervención y reincorporarse antes a su vida habitual.



Abaton02Dr. Luis Alvarez Castelo
Consulta de Urología
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